Cuando hablo de las" madres solteras", entrecomillo la expresión porque no me refiero únicamente a a mujeres solteras o separadas, que sean únicas responsables de sus hijos y su educación, sino a todas aquellas mujeres que, por las razones que sean, estén solas en esa dura tarea. Hay muchas que no cuentan con sus parejas, bien porque estén fuera trabajando o bien porque no les sean de absoluta ayuda. Esta situación es físicamente y psicológicamente agotadora.
Muchas tenemos ayuda con las tareas domésticas y por las tardes con los niños y, además, contamos con el apoyo familiar. Pero, ¿y todas aquellas mujeres que no tienen nada de ayuda, que trabajan y que, cuando llegan a casa, tienen todas las faenas por hacer y además se tienen que hacer cargo de los hijos...¿cómo narices lo hacen? Sinceramente no lo sé.
Dando por supuesto lo gratificante que es tener hijos, hay que reconocer que es una gran responsabilidad. Si además, tenemos más de uno, la cosa se complica; pues hay que dedicarle un tiempo a cada uno. Ya cuando hay que dedicarles tiempo exclusivo con las tareas escolares ni hablamos...así que ya me contarán cómo se las arreglan estas madres coraje, a las que me imagino como un hombre orquesta, que usa los pies y las manos e incluso la boca para tocar todos los instrumentos a la vez.
La sensación de muchas mujeres que, aunque tengan pareja y de vez en cuando reciban algo de ayuda, no llegan a todo; a las que la impotencia se les apodera; que piensan que lo hacen todo mal porque les gustaría hacerlo mejor; es una de las razones por las que decidimos crear este blog. Y con toda la ironía del mundo lo llamamos EL Club de las Mujeres Perfectas. Porque lo somos, perfectamente imperfectas, pero estamos ahí, dando el do de pecho, como jabatas, a pesar de nuestros momentos de crisis, neurosis, histeria o como queráis llamarlo. Pero debemos saber que nosotras lo valemos.
Me da la impresión que nuestra vida es una camino de proyectos, de intenciones, que nunca llegamos a conseguir. Que tenemos tantas cosas en la cabeza que es imposible conseguirlas todas. Y no hablo de un coche o una casa nueva. Hablo de cosas importantes, como ser mejor madre, mejor esposa, mejor hija, mejor hermana o mejor amiga.
Las que no tienen pareja lo tienen muy complicado, pero se libran de la sensación de bruja gruñona. Me explico: muchas veces nuestras parejas o los padres de nuestros hijos no se dan cuenta de la cantidad de cosas que tenemos nosotras en la cabeza que ellos ni siquiera han pensado. Siempre hay por supuesto excepciones, pero, en general, cuando ellos van nosotras ya hemos vuelto. Y hay veces que me gustaría que no fuera así, porque es simplemente agotador. Tener que ser siempre la que tiene la carga sobre los hombros desquicia en muchas ocasiones, sobre todo porque siempre acabamos siendo las malas recordando las mismas cosas continuamente. No sé si os ha pasado, pero ¿cuántos papis se olvidan que los niños desayunan/comen/meriendan/cena; o que, aunque no hagan caca, hay que cambiarles el pañal; o tonterías como que no hay llenarles el vaso hasta arriba porque se les acaba cayendo; o que si les hacen la cena no puede pasar mucho tiempo entre el primero y el segundo porque el niño hace la digestión; o que si tarda en subir al coche y no baja las ventanillas el niño se achicharra; o que ponga a remojo los platos porque si no al día siguiente la roña se ha petrificado; o que baje la tapa de wc; etc.? Las mujeres acabamos siendo las brujas gruñonas que repetimos una y otra vez lo mismo a nuestras parejas...y no es porque no tienen memoria, sino porque no nos hacen ni puñetero caso. Luego somos nosotras las que perdemos los nervios. Por no hablar que olvidan constantemente que nosotras necesitamos un apoyo, alguien a quien poder contar o consultar lo que nos preocupa, que seguramente para ellos será una tontería.
Muchos creen que los armarios de ropa y de comida se llenan solos, pero no, hay que ir a comprar. Muchos piensan que los niños pequeños no tienen deberes ni tienen que estudiar, pero hoy en día un niño que no tiene ayuda en casa fracasa en la escuela. Hay que estar totalmente volcados en la educación y en los pequeños detalles. Muchos se olvidan que no pasar el tiempo con sus hijos no es estar hablando al móvil o ver la tele juntos, sino jugar, leer o hablar.
Vamos, que esto no es ningún camino de rosas, y que cuanto menos ayuda tengamos aparecen más espinas u obstáculos.
Espero que tengamos constancia y que cumplamos la mayoría de nuestros proyectos de mejora personal.
También os digo que, a pesar de lo duro que debe ser madre soltera, a las que no tengan hijos porque no encuentran la pareja idónea, les seguiría recomendando que no lo dejen de hacer. De la forma que sea, pero ser madre es lo más bonito que existe en la vida.
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