Es algo muy difícil de encontrar y si dais con una de ellas, pedidle el móvil y seguidla sin pensarlo allá donde vaya (incluso si vende equipos de buceo), es el santo grial de las tiendas de moda.
La dependienta perfecta no agobia, dándote un susto de muerte cuando estás meditando sobre la vida y la muerte mientras miras percheros. No te acosa en el probador jamás (lugar donde no tienes escapatoria), ni te abre la cortinilla sin previo aviso cuando estás en bragas y suje con todas tus chichas al aire.
No pasa de ti cuando la necesitas, te trae las tallas que le pides y no te intenta meter en cuña lo más caro ni lo que te sienta como un tiro a toda costa. No te coge del brazo ni te llama cariño, ni reina, ni corazón como si te conociera de toda la vida.
Entretiene a tus hijos si se tercia, pacifica a tu marido si es necesario, se da perfecta cuenta de lo que necesitas, es humana y cercana y no te juzga jamás.
Hay un espécimen todavía mucho más selecto y mucho más escaso: la dependienta perfecta de lencería. La identidad de esta joya pasa de generación en generación, como un secreto preciado.
¿Conocéis a alguna de estas maravillas de la humanidad? O por el contrario, ¿habéis sido víctimas de la anti-dependienta perfecta? Otro día hablaremos de este siniestro personaje que tantos traumas ha acarreado al género femenino, sobre todo en la etapa de la adolescencia...
pero ese ser ¿existe?, jeje
ResponderEliminarbss
Creo que se extinguieron hace muchos años. Perduran en algunos sitios que van a comisión. Pero están en peligro de extinción
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