HASTA LOS MISMÍSIMOS DE SER LA BRUJA

Desde la infancia, nos han venido taladrando con la necesidad de la igualdad entres hombres y mujeres. Pero ¡qué mentira más gorda!

Deberían exigir igualdad en el trato, para ser más exactos. Ahí sí que estoy de acuerdo, pero eso de que hombre y mujeres somos iguales...y una mierda (perdón por la palabra, pero expresa mejor lo que quiero decir).

No hay seres más diferentes.

Todo lo que voy a decir puede herir a algunos hombres, así que lo siento para nuestros lectores, que me consta que tenemos. Debo decir que hablo en general y que, por supuesto, hay excepciones. Yo conozco a uno o ninguno. je je

Nos han vendido la moto de que hombre y mujeres somos iguales y no hay nada más lejos de la realidad. Somos bien diferentes. No voy a hablar de la infancia y adolescencia...ya todos sabemos que el ritmo de evolución es completamente diferente. Tampoco voy a hablar de la capacidad de las mujeres a hacer varias cosas a la vez, cosa que pocos hombres saber hacerlo.

Os voy a hablar de sentimientos, de la actitud.

Yo no sé si a vosotras os ocurre, pero lo que me he dado cuenta después de muchos disgustos es que los hombres piensan que las cosas se arreglan solas, con el paso del el tiempo; no hay que  hablar ni compartir... lo que es impensable para las mujeres. Ellos dicen que nosotras somos unas liantas y demasiado complicadas. Puede ser que seamos complejas, pero ellos muy simples. Nosotras tenemos que hablar las cosas, discutirlas si es necesario...y cuando no lo hacemos, los problemas van haciéndose mayores y mayores en nuestras cabecitas...hasta que explotamos.

Parece como si sólo a nosotras nos preocuparan las cosas de casa, las citas con los médicos, los problemas en el cole...y, puede ser que a ellos también les preocupa, pero no lo parece.

Repito que hay excepciones.

A veces son muros imposibles de saltar. Se cierran en sí mismos, creando un ambiente desagradable.

Esto lo he hablado con muchas amigas, y a todas nos pasa lo mismo.

Ya me decía mi madre que a los hombres no se les puede cambiar...pero mamá, sí que pueden cambiar. El problema es que suelen cambiar a peor.

Una amiga me decía que hay que pensar que hay mujeres con marido mucho peores. Me ponía el caso de las mujeres maltratadas. Por supuesto que hay casos peores, pero eso no significa que tengamos que conformarnos con determinadas actitudes.

Bruja puede, pero sexi

Muchas  estamos hasta los mismísimos de ser la mala de la película, la bruja del cuento y la gruñona de la historia. Claro está que somos las que obligamos a nuestros hijos a hacer los deberes, a lavarse los dientes, a ordenar...y a todo lo que no les gusta. Tenemos que estar pendientes de todo.

Pero es que además, tenemos que decirles a nuestros maridos lo que tienen que hacer. Y no es porque disfrutemos con ello como algunos piensan; es porque no sale de ellos. Esta falta de iniciativa es lo que más nos irrita. Para el colmo, lo hacen de mal humor, suspiran y ponen cara de estar pensando que somos unas brujas mandonas...

Y si para el colmo, te enfadas porque ya no puedes controlar tus nervios, te pregunta si estas con la menstruación. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¿qué pasa? ¿qué no me puedo enfadar si me apetece?!!!!!!!!!

Estoy segura, que esto es el motivo de muchas separaciones: la DESIGUALDAD en el reparto de obligaciones, la DESIGUALDAD en la implicación de las partes.

Me pregunto si ellos hablarán de nosotras cuando se reúnen. Nosotras sí lo hacemos de ellos. Y la gran mayoría coincidimos.

Cuando me reúno con mis amigas, acabamos rajando a nuestros maridos. Cada una cuenta sus batallitas, a ver cuál gana a todas las demás.

Uno que en toda la tarde no le cambia los pañales al bebé, porque no ha hecho cacá...

Otro que no le ha dado de comer porque el niño no le ha pedido. Cuando el niño no sabía hablar. Etc.

 Y eso no significa que nos vayamos a separar, pero es que ¡¡¡¡¡¡¡¡¡LAS MUJERES NECESITAMOS DESAHOGARNOS!!!!